Hoy la revolución
esta en mis pies, mas abajo de lo normal.
Creo que fueron
esos zapatos dark que compre sin querer en la bond Street
Digo sin querer,
porque iba en busca de mi femeneidad, como siempre, lo juro.
Pero algo en mí ya
no quiso las guillerminas charoladas y brillantes, símbolo adorado por las
nenas.
De pronto me vi caminando
con una parte de Marylin Manson, una beautiful people cualquiera.
Y como iba a
imaginar, que hoy mis pies son genitalidad. Los toco, los miro, los disfruto.
Eso no venia con el
ticket de cambio que me dieron en Koturno.
“¿son tus primeros
zapatos?” me preguntaron las del local.
Seguro ya sabían lo
que me esperaba.
Si, son mi primer
par - les dije, pero también son un cambio,
y una castración,
es mi deixis hecha
cuero.
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